jueves, 11 de febrero de 2010

EL MEDIO DORADO


EL MEDIO DORADO

El Blog de de aquellos de disfrutaron una infancia libre y de los que viven con intensidad el eterno presente


Este Blog nace con la necesidad de recuperar todo aquello que no traslada de una forma física o virtual al Medio dorado, ese estado en el que el tiempo no transcurre convencionalmente, donde los sentimientos y las sensaciones son intensas y únicas.
Ese el eterno presente, un aquí y ahora continuo en el que las cosas transcurren con la naturalidad del agua del arroyo, donde la pequeñas gotas de agua que saltan al chocar con las rocas nos refrescan la cara y nos hacen ver con nitidez, la realidad que antes estaba enturbiada por los problemas cotidianos.
Los monjes Zen dicen que no existe el pasado ni el futuro, sólo “el Aquí el Ahora”, la realidad es una sucesión indefinida de esos intensos instantes que normalmente dejamos pasar, ocupados en problemas más o menos importantes, que la mayor parte de las veces se resuelven solos por el paso del tiempo o que vistos con una diferente perspectiva, suelen ser triviales y absurdos.
Modernas teorías de la física cuántica entroncan con el concepto místico del tiempo continuo. En realidad, no existiría una rotura entre los acontecimientos pasados, presentes y futuros, todos acontecerían al “unísono” en una especie de vibración universal no perceptible desde nuestra mente lógico-racional.
Mircea Eliade, un estudioso de la Mitología comparada, habla en sus libros del concepto universal “in illo tempore”, este es el “tiempo” en el que se produjo la creación del mundo por seres inmortales. Es ese momento atemporal y cíclico que como un eterno retorno es restaurado por los pueblos primitivos mediante rituales cíclicos que conectan con ese estadio divino. También se podría considerar el “tiempo de los sueños” de los aborígenes australianos como un tiempo mítico.
Extractando un párrafo de su libro “El mito del eterno retorno”, M. Eliade habla de la conciencia del tiempo en los hombres primitivos:
“Como el místico, como el hombre religioso en general, el primitivo vive en un continuo presente. (Y es ése el sentido en que puede decirse que el hombre religioso es un “primitivo”; repite las acciones de cualquier otro, y por esta repetición vive sin cesar en presente atemporal)”.
Nuestros estadios de conciencia cambian en función de la edad, siguiendo el modelo integral de K. Wilber y de Gebser, en la infancia nuestra conciencia se encuentra en un nivel arcaico primero y luego mítico.
Esa conciencia mítica que olvidamos a medida que nos vamos haciendo adultos y “responsables” es la que pretendo que se recupere con herramientas como este Blog. ¿Por qué?, por la sencilla razón de que el mito y símbolo nos conectan con una realidad trascendente y atemporal. Por que los que tuvimos una infancia libre, estábamos conectados de forma natural y espontánea con el “in illo tempore”, con esos momentos de felicidad intensa y emergente que nos hacía perder el sentido del tiempo adulto. En definitiva, con aquellas experiencias que podemos y debemos recuperar cuando contemplamos la sonrisa de un niño maravillado ante una mariposa, cuando mantenemos una charla sin prisas tras una buena comida con nuestros amigos, cuando besamos sin esperar nada a cambio o cuando vislumbramos y sentimos con todos los poros de nuestro cuerpo que todo “casa”, que todo cuadra, en una especie de armonía indefinible, tras haber experimentado confusión o desasosiego.
Esto es el Medio Dorado, una invitación al retorno a esos pequeños y grandes momentos brillantes y luminosos, espero que junto con Aristóteles, Buda y Confucio penséis conmigo que en ese “Medio” se encuentra la Virtud.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo el mundo tiene algo que aportar, pero hay personas que saben sacar lo que tienen dentro como una necesidad vital, y creo que ya era hora, Pepe. La necesidad de encontrar nuestro medio, nuestro equilibrio, nuestra paz ya comienza en nuestra infancia y dura toda la vida. La sensación de libertad, la curiosidad infantil que nos cuentas debería estar presente siempre en nuestro corazón y recordarla es tenerla presente y sentir la alegría de vivir. Sigue siendo alegre y feliz. Un beso de Puri

Pep R dijo...

Muchas gracias Puri,
Creo que has captado la esencia de lo que se intenta describir en el bloc: libertad, paz, atemporalidad, re-encontrar el equilibrio interior y volver a percibir la realidad con la increible curiosidad, flexibilidad y falta de prejuicios de los niños. Todo ello puede ayudar en muchas de las esclerotizadas vidas adultas que toca vivir.
B'szos.