lunes, 13 de diciembre de 2010

Invitación presentación libro en Palma

Los próximos días 17 y 18 de diciembre estaré junto a mis amigos Ferran, prologuista y José María, pintor, presentando el libro homónimo a este blog.

El medio dorado es un libro heterodoxo y un estado de conciencia al mismo tiempo, es también una mirada espontánea y natural sobre la realidad.

Este libro esta basado en una percepción de la vida directa y sin cortapisas por parte de un niño de los años 70 en la periferia de la ciudad de València y en sus experiencias luminosas.

Los adultos olvidamos con mucha frecuencia cómo percibíamos el mundo en nuestra infancia. Uno de los objetivos de este texto es refrescar nuestra mente y horadar las costras y pátinas que el tiempo ha ido formando en nuestros recuerdos, para volver a retomar nuestro estado de conciencia original.

Después de escribir este texto y de dibujar las ilustraciones que lo acompañan me he dado cuenta que el libro está impregnado de emociones, colores y sentimientos, que de hecho han ayudado a crear una suerte de lectores y amigos en cierta forma incondicionales, que me han ayudado a presentarlo ya en la tercera ciudad mediterránea: Palma de Mallorca, después de València y Barcelona, con una muy buena aceptación, por cierto. La cultura mediterránea también es omnipresente en sus páginas.

Este libro tiene otras lecturas. Describe un mundo de frontera o de transición cultural por el diverso origen y mestizaje de los nuevos pobladores de aquel barrio, histórica por la transición de una dictadura a un régimen democrático, social por retratar un barrio proletario que iba cambiando a una incipiente clase media y económica porque se comenzaban a notar los efectos del primer desarrollismo económico en nuestro país.

Si ahora pudiésemos reflejar el contenido del libro en un espejo temporal, nos daríamos cuenta de que la vida simple, libre y vecinal que describe podría ser una salida airosa y de transición a la insostenible situación que ha generado la actual crisis económica mundial, que ha venido dada entre otras causas por valores de individualismo atroz, competencia desmedida, consumo desaforado de recursos finitos y también por intentar vivir como sociedad por encima de nuestras posibilidades reales.

Espero que este libro os proporcione un soplo de aire fresco y optimismo vital.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Transició mediterrànea/Transición mediterránea

Agoecosistema de l'horta de València

Cuando jugábamos despreocupadamente en las calles, en los solares o en las huertas, allá por los años 70, no pensábamos en que el futuro pudiese proporcionarnos otra cosa que prosperidad, crecimiento y desarrollismo ilimitado, además de un sin fin de oportunidades para todos.

Los solares se llenaban por doquier de utensilios y electrodomésticos primitivos que lanzados al mundo de la obsolescencia planificada por las primeras campañas publicitarias, nos proveían de materiales de todo tipo para nuestros juegos. También de metales y cartones para vender en las traperías.

Aquel era un mundo de transición, era la frontera entre el ancestral sistema de vida agrícola de l'horta de València, la tierra más fértil del mundo, con tres cosechas al año, repleta entonces de caballos, cerdos y gallinas diseminadas por cada masía o barraca y el incipiente pero sistemático crecimiento urbano que medraba por cualquier pequeño resquicio que se diese en el frágil y sentenciado ecosistema agrícola que rodeaba la ciudad.

Aquel crecimiento nos expulsaba sin piedad de nuestros territorios de juegos, cada vez que comenzaba una nueva obra de un edificio, desaparecía un lugar donde habíamos pasado momentos únicos e irrepetibles

Años más tarde, ese amor por el paraíso perdido de los lugares abiertos y libres me hizo estudiar ingeniería agrícola y aún más tarde la curiosidad por la realidad cambiante, ciencias económicas. Toda esa necesidad acumulada por comprender el cómo y porqué de las cosas, me ha hecho llegar en la actualidad por distintas vías a conocer y compartir buena parte de los principios de las Transition Towns.



Los británicos son un pueblo pragmático y emprendedor. Ellos fueron los que iniciaron la revolución industrial, aquellos que promovieron el actual sistema capitalista que comenzó con niños trabajando en las minas en condiciones infrahumanas. Ellos junto con a los holandeses que inventaron la bolsa de valores, diseñaron la situación económica actual. Ahora también ha sido los primeros que se han dado cuenta del inicio del final del capitalismo tal como lo hemos entendido hasta la actualidad y han comenzado a realizar iniciativas para una transición a otro sistema y modo de vida sostenible que potencie la economía local, las relaciones humanas vecinales y que evite al máximo la dependencia de recursos energéticos fósiles externos, potenciando la resiliciencia y autosuficiencia de las sociedades, aunando esfuerzos para paliar los efectos del cambio climático.
Huerto en ciudad en transición

Lo curioso es que la historia es como una espiral cíclica y la transición que proponen estos movimientos ecosociales modernos y nórdicos es muy similar a la que vivimos en nuestra infancia, con la diferencia de que nosotros transitábamos hacia un crecimiento esperanzador y sin límites y ellos propugnan como en un espejo, retornar a ese inicio del desarrollismo en que la vida era más simple, los recursos disponibles más limitados, pero más locales y frescos y donde los valores intangibles que presidan la vida vecinal sean más ricos y diversos que en la sociedad actual donde impera el individualismo consumista y los amigos se contabilizan en redes sociales virtuales.

El movimiento de las Transition Towns está teniendo una gran aceptación en todo el mundo, actualmente hay una 70 iniciativas en países de habla inglesa -incluyendo Bristol, Nottingham, Londres y Totnes- .

Al menos 5 iniciativas en nuestro país, Coín (Málaga), Teo (Galicia), Vilanova i la Geltrú (Barcelona), Barcelona y Palma de Mallorca. Por otro lado, como es un movimiento de reciente creación, hay unos 700 lugares que en la actualidad están decidiendo si se incorporan a este movimiento de transición.

En el contexto actual es aún difícil que la población de nuestro país tome conciencia de la necesidad de un cambio de valores y de conciencia. La clave es si este cambio, por otro lado inevitable en mi opinión, vendrá dado de forma elegida y voluntaria o tendrá que llevarse a cabo de forma traumática e inesperada.

Si la precaución es una virtud, la Transición puede ser el camino virtuoso a ese cambio que necesita nuestro sistema de vida caduco y en muchas ocasiones injusto.

El mediterráneo ha sido el caldo de cultivo de la civilización occidental actual. El clima benigno y el poso cultural que nos han legado culturas como la egipcia, la griega, la romana, la islámica y la cristiana, nos permiten todavía tener una concepción de vida vecinal y familiar potenciada por la tipología del caracter mediterráneo. También algunos hemos tenido el privilegio de haber conocido hasta hace pocos años un sistema de vida formado por agroecosistemas, pequeños núcleos urbanos y barrios sostenibles  que interactuaban de forma más respetuosa con la naturaleza, los vecinos y con los recursos disponibles.

Este puede ser el primer paso para una Transición Mediterránea basada en los principios de la permacultura, las Transition Towns y en nuestros valores culturales, sociales y ecológicos que nos han permitido a lo largo de la historia producir cultura, dieta mediterránea y vida de una forma única en armonía con nuestro entorno.


Barri de es Jonquet (Palma) pintura de Jose mª Fayos

Barracas y casas integradas en l'horta